viernes, 22 de agosto de 2008

ENTRADAS

Al fin, después de tanto tiempo de espera, de años de frustración, las pude conseguir.
Tengo dos para mañana...

domingo, 10 de agosto de 2008

LOS SACRAMENTOS ¿?

"A fines del siglo XVIII, los indios están obligados a escupir cada vez que nombran a cualquiera de sus dioses. (...) Están obligados a cubrir sus cuerpos, porque la lucha contra la idolatría es también una lucha contra la desnudez, la peligrosa desnudez que produce en quien la contempla, según el Arzobispo de Guatemala, mucha lesión en el cerebro. Están obligados a repetir de memoria el Alabado, el Avemaría y en Padrenuestro. ¿Se han hecho cristianos los indios de Guatemala? (...) Los indios pasean a la Virgen en andas de plumas y llamándola Abuela de la Luz le piden cada noche que mañana traiga el sol; pero con mayor devoción veneran a la serpiente que ella aplasta bajo el pie. Ofrecen incienso a la serpiente, viejo Dios que da buen maíz y buen venado y ayuda a matar enemigos. Mas que a San Jorge veneran al dragón cubriéndolo de flores; y las flores a los pies del jinete Santiago rinden homenaje al caballo, no al apóstol. Se reconocen en Jesús, que fue condenado sin pruebas como ellos, pero no adoran la cruz por ser símbolo de su inmolación, sinó porque la cruz tiene la forma del fecundo encuentro entre la lluvia y la tierra.
(...) No responden al pregón ni a la campana; hay que buscarlos a caballo por pueblos y milpas y arrastrarlos por la fuerza. Se castiga la falta con ocho azotes, pero la misa ofende a los dioses mayas y eso puede mas que el miedo al cuero. (...) para ellos toda tierra es iglesia y todo bosque, santuario.
(...) Por huir del castigo en la picota de la plaza, algunos indios llegan al confesionario, donde aprenden a pecar, y se hincan ante el altar, donde comulgan comiendo al dios del maíz. Pero sólo llevan a sus hijos a la pila del bautismo después de haberlos ofrecido, monte adentro, a los antiguos dioses. Ante ellos celebran alegrías de resurreción. Todo el que nace, nace de nuevo."
(De Memoria del fuego: Las Caras y las Máscaras, Eduardo Galeano.)
Cada vez que lo leo, no puedo dejar de indignarme y de imaginarme cómo hubiera sido, de no haber sido como fue...

lunes, 4 de agosto de 2008

ASOCIACIÓN LIBRE!


Hoy un poquito mas tranquila leí desde el colectivo, un afiche de una publicidad de Milka que hablaba algo equis acerca de los tréboles de cuatro hojas. Automáticamente, mi cabeza empezó a volar y me acordé de nena, cómo pasaba tardes enteras tratando de encontrar uno en mi jardín, para poder acceder a un poquito de suerte... Horas y horas agachada revisando la tierra y obviamente, nunca pude encontrar ninguno...

Pensé que talvez el interés por aquellos yuyitos podría provenir de algún miligramo restante de sangre irlandesa por parte de mi abuelo, lo que me llevó a una cadena de recuerdos interminables, que hacía mucho que no me visitaban... La casa de mis abuelos paternos, a la que dejamos de ir hace ya como diesisiete años, con su vereda tan larga llena de carreras hasta la esquina. De pronto me vi a mi misma en aquella tarde en especial en que decepcionada tras una de las primeras derrotas de mi vida, llorando desconsolada, mi abuelo me prometió que me enseñaría a correr mas rápido. Recuerdo que el que me ganaba siempre era un pibito, que corría rapidísimo, y que tenía un hermano mayor y que (cosa inadmisible para nosotros) tenía novia... (ese hermano "grande" que mirábamos con respeto y miedo, debía tener doce o trece años como mucho...)

Mi abuela paterna falleció cuando yo tenía doce años. Era de esas abuelas divertidas que uno generalmente disfruta mas de grande o adolescente, que de chico. Enseguida mi abuelo se fue a vivir a la casa de mi tía, y nunca mas visitamos ni siquiera al barrio. Hoy que una amiga se acaba de mudar a Ballester vuelven algunas memorias sobre aquellas épocas que creí olvidadas, pero que de vez en cuando hace bien recordar...

Y bue... tema de la próxima sesión...